Como algunos recordarán, Holanda, una de las revelaciones del Mundial '74, con su fútbol revolucionario, clasificó entrando por la ventana. Salió segundo en su zona siendo vapuleado por un equipo que se habría merendado a todos sus rivales. De hecho, en las eliminatorias, el cuco del grupo derrotó a La Naranja Mecánica 6-0 en Amsterdan y 7-1 en La Valeta.
La selección de Malta se aprestaba a hacer historia cuando sus jugadores se enteraron que en las concentraciones, durante el desayuno, se serviría como infusión exclusivamente café. El hecho, considerado discriminatorio y perjudicial para el sueño ya que ellos estaban acostumbrados a bebidas torradas mucho más livianas, fue inadmisible para aquella generación de malogrados cracks quienes decidieron renunciar a la competencia. Ignacio Cruz, de Malta, su capitán, se refirió brevemente al suceso: "El mundo habló del fútbol total holandés porque no conoció nuestro poderío. El centro a la taza, el cucharitiro y la simpática malteada hubiesen desorientado a todos nuestros rivales. Nos volvimos a la isla con el honor invicto". ¡¡¡Y está bien!!!
Romualdo Filkenstein
El Pregón de Elortondo
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