* El primer hincha deportado de un Mundial fue el barra brava de Zaire, Luis Osvaldo González. El africano llegó en 1974 a Alemania para alentar a su equipo dentro de un cargamento de plátanos. Cuando los empleados del mercado de frutos de Berlín abrieron el cajón y descubrieron al infractor, lo denunciaron de inmediato a las autoridades. Tiempo después, el capataz de ese sector de la feria, Helmunt Pérez, declaró: "No fue tan así. Nuestra primera idea fue hacer la vista gorda pero el tipo era una piltrafa, pesaba 42 kilos mojado... Decidimos mandarlo de vuelta porque nos dimos cuenta que pese a haber llegado sin pasaje, ni entradas, ni donde caerse muerto, se quiso hacer el banana".
* El máximo artillero en un partido, el soviético Oleg Salenko, autor de cinco tantos ante Camerún em 1994, no probó jamás en su vida la ensalada rusa.
* El atacante alemán Edmun Conen, en Italia 1934, fue el primer jugador en convertir un gol con dos zapatos derechos. Su esposa, Frida, se descuidó al armar el bolso y combino mal los pares. Pese a la incomodidad, el dolor y los cayos, el rubicundo se las aguantó y demostró que en el área era implacable. Tras la curiosa conquista, espetó: "Fridan la conchen de tu mamenfrunger". A partir de la Copa del Mundo, el Tanque se ganó el apodo de Pisa Ei, traduzco Pisa Huevos.
Romualdo Filkenstein.
El Pregón de Elortondo.
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