Con razón a la Selección le costó tanto mojar. Los nigerianos hicieron un conjuro a forma de gazebo para proteger a su arquero. Los brujos pueden evitar cualquier situación mensurable: que Heinze haga un gol es una obra de la literatura fantástica -o de la pelota parada que aprovechó D10s-.
Del servicio especial de la cobertura de la revista GENTE. Sólo un aperitivo...
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